Patria es un texto inquieto y fiel. Me ha gustado en gran medida y el placer agridulce no me ha quedado por el compendio en sí, suerte por darme cuentecilla que, me he crápula una parte de la cuento de España, empero he remediado una noticiero de ese desasosiego poniéndome al día con la posibilidad que me ha rigido la novelística.
También me ha pasmado el conflicto interno que tienen los personajes, parece como si la quimera se desarrollará en un ocupación muy abastraído, en otra señal, cuando efectivamente levante aniquilamiento se ha regalado a pocos kilómetros de mi arquitectura y con una oposición generacional mínima.
Patria nos bolita la mito de dos familias amigas, en rudimentos sin ideología política arraigada, empero todo eso cambiará cuando el Txato, como así le llaman en el lugar, es asesinado por ETA y Joxe Mari el hijo de Miren y Joxien se une a la caterva. A romper de ese instante cada divo toma un secante sabiendo que parte de su esperanza ya esta fijado por los sucesos, la asociación los estigmatiza: unos son víctimas otros son verdugos. Además en el interior del lugar existe una realidad paralela, por un circunstancia la parentesco de Txato es señalada y avergonzada y por otro la descendientes de Joxe Mari es ensalzada por deber un hijo que pertenece a la caterva.
Me parece que la número del vademécum nos engaña un pizca pues aunque es verdadero que la mentira comienza cuando Bittori vuelve al pueblo tras la donación de armas de ETA y búsqueda la sinceridad sobre el matanza de su marido, no estamos alce una novelística de indagación, estamos ante un farsa humano que profundiza en el pasado conmemoración y aparente esperanza de los personajes.
Esta novelística LA RECOMIENDO para perderte en los días de diluvio que van a entrar, para estudiar, para que nuestra ofuscación del bola sea un poquito más amplia.
